grupos de consumidores vulnerables

 

La norma IFS Food, que establece los requisitos para la seguridad y calidad de los alimentos, hace hincapié en la necesidad de considerar a los grupos de consumidores vulnerables en la descripción del uso previsto de un producto. Los grupos de consumidores vulnerables son aquellos que, debido a ciertas características o condiciones, son más susceptibles a los riesgos alimentarios. Estos grupos incluyen a las personas mayores, la población infantil, las mujeres embarazadas, las personas inmunodeprimidas y las personas con alergias alimentarias.

Personas mayores

Las personas mayores pueden ser más susceptibles a enfermedades transmitidas por alimentos debido a un sistema inmunológico debilitado por la edad. A partir de los 65 años, los adultos corren mayor riesgo de hospitalización y muerte a causa de enfermedades transmitidas por los alimentos.

Población infantil

Los niños tienen un sistema inmunológico aún en desarrollo, lo que los hace más vulnerables a las enfermedades transmitidas por alimentos. Además, los riesgos nutricionales también están asociados a esta edad. Según UNICEF, 340 millones de niños sufren carencias de vitaminas y nutrientes esenciales, como la vitamina A y el hierro.

Mujeres embarazadas

Durante el embarazo, el sistema inmunológico de la mujer se modifica, lo que puede hacerla más susceptible a ciertas enfermedades transmitidas por alimentos. Ciertas enfermedades transmitidas por los alimentos, como listeria y toxoplasma gondii, pueden infectar al feto incluso si la madre no se siente enferma.

Personas inmunodeprimidas

Las personas con el sistema inmunológico debilitado, como las que están bajo tratamiento para el cáncer, las que tienen VIH/SIDA, o las que han recibido un trasplante de órganos, son más susceptibles a las enfermedades transmitidas por alimentos.

Personas con alergias alimentarias

Las personas que tienen alergias a ciertos alimentos también se consideran un grupo vulnerable, ya que la exposición a un alérgeno puede provocar una reacción alérgica grave o incluso potencialmente mortal.

La norma IFS Food requiere que las empresas describan el uso previsto del producto, teniendo en cuenta a estos grupos de consumidores vulnerables. Esto significa que las empresas deben considerar cómo estos grupos utilizarán el producto y si existen riesgos específicos asociados con su uso. Al hacerlo, las empresas pueden tomar medidas para minimizar estos riesgos y garantizar la seguridad de todos los consumidores.

Además, no hay que olvidar que algunos de los requisitos legales asociados dependerán del consumidor destino del alimento, como por ejemplo: los requisitos de migración en envases plásticos, determinados contaminantes químicos, criterios de seguridad microbiológica, …

Si tiene dudas de cómo afrontar su APPCC, Proinca consultores puede ayudarle, nuestro equipo de expertos en seguridad alimentaria se encuentra a su entera disposición.


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