Certificación del residuo cero

Certificación del residuo cero

¿Por qué implementar y certificar residuo cero en la organización?

La certificación de residuo cero es una oportunidad interesante y conviene ir preparado. Aquí algunas razones que evidencian porqué es una oportunidad para su organización:

  1. Innovación y adaptabilidad: Se trata de una clara estrategia para competir con otras empresas, especialmente con las grandes empresas. En este sentido, la implantación de un modelo de reducción de residuos es una forma de innovar, destacando en un mercado cada vez más consciente de la importancia del desarrollo sostenible.
  2. Imagen de marca y reputación: Adoptar un modelo de «residuo cero» no solo es beneficioso para el medio ambiente, sino que también puede mejorar la imagen de la empresa. Los consumidores están cada vez más interesados en apoyar a las empresas que se preocupan por el medio ambiente, y este enfoque podría atraer a nuevos clientes y retener a los existentes.
  3. Eficiencia operacional: La reducción de residuos puede conllevar una mayor eficiencia en la gestión de los recursos, lo que puede traducirse en ahorros económicos. La reutilización y reciclaje de los materiales, por ejemplo, podría reducir la necesidad de comprar nuevos recursos.
  4. Cumplimiento normativo: Dependiendo de la localización y la industria en que opera tu empresa, puede haber regulaciones que requieran la reducción de residuos. Al implementar un modelo de «residuo cero», puedes garantizar que tu empresa cumpla con estas regulaciones y evitar posibles sanciones.
  5. Posicionamiento estratégico: En un contexto de globalización empresarial, ser pionero en la adopción de prácticas sostenibles podría ser una ventaja competitiva. Puede abrir nuevas oportunidades de mercado, por ejemplo, entre los consumidores o socios empresariales que valoran las prácticas respetuosas con el medio ambiente.

Pasos a seguir

Existen diferentes modelos que se pueden considerar para desarrollar una cultura de residuo cero. Cualquier esquema de certificación necesita garantizar la valorización (reutilización, reciclado o valorización energética) de los residuos que genera, evitando así la gestión de los mismos mediante depósito en vertedero.

La hoja de ruta para conseguir este objetivo es:

  1. Diagnóstico de situación: Fase de toma de datos y diagnóstico de situación con objeto de poner de manifiesto la situación de la empresa en relación al cumplimiento de los requisitos establecidos para la consecución de la marca residuo cero.
  2. Definición de estrategias: El equipo responsable debe definir las estrategias necesarias para cumplir los requisitos mínimos de valoración de residuos para la consecución de la certificación.
  3. Elaboración de documentación: La búsqueda de este objetivo, implica el desarrollo de un sistema de gestión, que permita a la empresa poder  evidenciar el cumplimiento de los requisitos del reglamento o modelo que aplique.
  4. Certificación: Una entidad acreditada debe realizar una verificación del cumplimiento del reglamento particular, para lo que realiza un análisis de la documentación y una visita a las instalaciones de la organización.

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